“As Salam Alaykom”, un nuevo amanecer sobre el campo de refugiados sirios de Azraq
30 de marzo de 2018
“As Salam Alaykom”, un
nuevo amanecer sobre el campo de refugiados sirios de Azraq
Amanece sobre Al
Zarqa. Son las 05:30h y la ciudad parece aún dormida.
A lo lejos divisamos la luz del sol que nos sonríe y nos
avisa que hoy, como ayer y como anteayer y como todos los días que
llevamos aquí, va a hacer calor.
Nos preparamos e iniciamos el viaje al campo. Como todos los
días nos sumergimos en el tráfico jordano, donde los límites aún parece que
están por descubrir. Cada día igual pero cada día muy diferente.
Nuestra llegada al campo se produce mientras el sol planea
sobre nuestras cabezas. Miremos donde miremos sólo desierto y arena en
suspensión.
Llegada al campo de Azraq
Llegamos al Checkpoint, donde irremediablemente dejamos
nuestro vehículo y donde mostramos los pasaportes, permisos de entrada y
abrimos las maletas para enseñar el material que llevamos.
Esta rutina se repite diariamente, y pese a que los policías
ya nos reconocen (no es muy difícil, somos muy
pocos europeos en el campo), siempre tienen una sonrisa y miran con
sorpresa y curiosidad, cada uno de los 600 manuales que hemos llevado, cada uno
de los 600 juegos realizados con tapones que los alumnos de nuestra escuela
empaquetaron, cada uno de los trabajos que los coles nos han enviado.
Yassen, el conductor, nos espera, como todos los días con una gran
sonrisa y con un: “Buenas Días” (Dice que le encanta cómo suena nuestro idioma,
nos dice que es como si cantásemos al hablar).
Nos adentramos en la carretera que nos conduce a la Villa 6,
nuestro lugar de destino. Desierto y más desierto. A lo lejos, las casas, niños caminando, en
bicicleta, personas andando por el borde de la carretera. Yassen toca el claxon
avisando de nuestro paso, provocando que los niños se giren y nos sonrían… niños…
Atravesamos la villa 2 y llegamos, a través de un camino de
piedras y grava, a nuestro destino.
Cruzamos la valla que rodea al centro de RELIEF, donde
comenzaremos nuestro trabajo en las aulas. Saludamos a los responsables de la
entrada y a todo el personal con el que nos cruzamos hasta llegar al aula donde
el material nos aguarda.
Empieza la clase, 2 grupos de niños en 2 aulas, todos se
levantan y nos reciben con un: “buenos
días, profesor. Encantados de que estéis aquí con nosotros”.
Después de las presentaciones de rigor, empezamos a
trabajar, y te das cuenta, de que los niños son niños. Miran con asombro los
diferentes juegos realizados: tableros de coles, juegos diseñados y fabricados con
madera, tableros y juegos impresos en 3d… Todo les produce sorpresa y emoción,
hasta una simple pegatina de la EXP y de Chess Strategy for Peace hacen que
todos quieran participar.
Tableros puzzle y
variado, Material realizado en los colegios de Pontevedra
Juego de ajedrez Impresora 3D
Juegos de madera reciclada
Trabajando en los manuales de Escola Xadrez Pontevedra
Disfrutando del
ajedrez
Todo el profesorado
se implica de una manera especial, haciendo que el idioma no sea una
barrera si no un elemento enriquecedor para poder comprender dos culturas tan
diferentes y a la vez, tan similares.
Es gracias a su labor y a sus ganas de aprender que todos quieran descubrir el maravilloso
mundo del ajedrez.
Voluntarios sirios inmersos en la enseñanza del ajedrez
Nuestras perspectivas se han
visto superadas, haciendo que nos sintamos con pena de no poder cubrir todas
las ansias de aprender del alumnado y del profesorado. 600 cuadernillos
resultaron ser muy insuficientes para atender la tan alta demanda.
La risa de los niños y niñas inundan las aulas, la escuela;
llenan de alegría todos los rincones del
lugar.
Las sonrisas de los niños y niñas llenando las aulas
Pero para nosotros es
tarde, Yaseen lleva 15 minutos esperando por nosotros, toca el claxon amablemente
anunciando que nuestra partida es inminente.
Con los ojos llenos de lágrimas, echamos una última mirada a
la escuela en la que tantas horas hemos estado, tantos momentos maravillosos
hemos vivido y que es ahora, una vez fuera de sus límites, cuando volvemos a
recordar que nos hallamos en un campo de refugiados Sirio donde en él viven
miles de personas mientras nadie parece hacer nada para que a su hogar puedan
regresar.
Las últimas palabras que recordamos escuchar del profesorado y el voluntariado es gracias… Sin embargo, somos todos nosotros,
los miembros de Escola Xadrez Pontevedra los que os damos a vosotros las
GRACIAS. GRACIAS por intentar que el futuro tenga cabida en este presente,
GRACIAS por regar y por cuidar las semillas de la esperanza, de la ilusión y
del ajedrez en los corazones de los
miles de niños que allí están.
A todos vosotros, tenemos una palabra: SHUKRAAN
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